sábado, 9 de julio de 2011

Un español y un argentino conversan amistosamente sobre sus respectivos países.
- ¿Cuál es la mejor universidad del mundo? –pregunta el español.
- Aerolíneas Argentinas –responde con seguridad el argentino.
- ¿Por qué?
- Porque los que en Argentina son barrenderos, cajeros de banco o secretarias, cuando viajan al extranjero se convierten en directores de cine, profesores de literatura o psicoanalistas.

Un grupo de científicos ha llegado a clonar el complejo de Edipo-Edipo.

Carta encontrada en el “Consultorio” de una revista de Psicología
-Querido Dr. Johnson,
¿Qué efectos tendrá para la psicología las técnicas de criogenización del cerebro (ya sabe, lo de congelar el celebro para revivir cuando la tecnología lo permita, como Walt Disney)? De antemano, gracias por su respuesta.
- Estimada Elisa B.,
Los avances en materia de criogenización han provocado toda una corriente teórica en el gremio de psicoterapeutas. La gran pregunta es: ¿el cerebro sueña mientras está congelado? En caso afirmativo, se prevee un auge tremendo de la terapia basada en el análisis de los sueños. Imagínese, un hombre que lleva cien años soñando despierta... ¡La de horas de terapia que requeriría! Sin duda, después de tan largo periodo de sueño, los cerebros que vuelvan a la vida necesitarán a todo un equipo de psicoanalistas especializados para mitigar los efectos de un trance tan considerable. En cualquier caso, la criogenización del cerebro representa un crecimiento potencial del mercado de la psicoterapia, así que los especialistas recibimos todo avance con alegría y excitación. La congelación del cerebro también puede dar lugar a nuevas patologías psicológicas, así como agudizar las que ya conocemos. Así, se desconocen los efectos que pueden causar en la psique de un paciente congelado el hecho de no poder despertar durante una pesadilla. Imagínese con que mal cuerpo se debe despertar uno después de cien años seguidos soñando que nos persigue nuestra madre para ponernos aquel traje de marinerito que tanto nos humilla... Se trata de un ejemplo al azar, por supuesto.

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