Una mujer fue al psiquiatra porque tenía graves problemas con su vida sexual. El psiquiatra le hizo muchas preguntas pero no parecía hacerse una idea clara de sus problemas. Finalmente le preguntó:

- ¿Ve alguna vez la cara de su marido mientras tienen sexo?

- Bien, sí, le vi una vez.

- ¿Y cómo parecía?

- Muy enfadado

En este punto, el psiquiatra pensó que ya estaba consiguiendo algo y dijo:

- Bien, esto es muy interesante, debemos profundizar en ello. Ahora dígame, usted dice que le vió una vez la cara, esto parece algo poco habitual. ¿Qué ocurrió que le vió esa vez la cara?

- Nos estaba mirando a través de la ventana.

Va un tipo al psiquiatra y le dice:

- Doctor, doctor, soy incapaz de decir federico

- ¿Cómo?

- Que soy incapaz de decir federico.

- Pero si lo dice perfectamente.

- ¿De verdad, doctor?

- Sí.

Se va de la consulta, llega a casa y le dice a la mujer:

- María, vete al federico y saca dos cervezas frías, vamos a celebrar que ya estoy bien.

El EURO cae en picado. Pánico en las principales bolsas europeas.

Anticipándose a una previsible oleada de suicidios colectivos por parte de inversores arruinados, la Clínica Rubber de Bruselas ha puesto en marcha un plan de choque para acoger y dar ayuda psicológica a los que ya se conoce como “refugiados de la guerra económica”. Grupos de brokers y empleados de financieras en apuros han sido vistos vagando por la calle, con la mirada perdida, y rezando letanías incomprensibles como “para, para, para joder” o “deja de bajar por favor, por el amor de Dios”.

Los tratamientos de choque incluyen antidepresivos en vena y terapia de grupo para que se vayan acostumbrando a la indigencia. Los psicólogos imparten cursillos de adaptación como “Decoración de interiores de cajas de cartón”, “Prescindir de lo superfluo 1: El teléfono móvil”, “Prescindir de lo superfluo 2: Los trajes de Armani” y “Supervivencia alimenticia: Guía de los mejores cubos de basura”.

¿Os habéis fijado que con la llegada del EURO padecemos una nEUROsis colectiva?