Departamento de estadística: se colocan los estudiantes por orden alfabético sobre una gráfica, distribuidos a lo largo de una gaussiana.
Departamento de computación: se usa un generador de números aleatorios.
Departamento de historia: cada estudiante recibe la misma nota que el año anterior. Departamento de religión: Dios pone las notas. (Inapelable)
Departamento de filosofía: ¿para qué queréis notas?
Departamento de derecho: los estudiantes tienen que defender el por qué se merecen un sobresaliente.
Departamento de matemáticas: las notas son variables aleatorias.
Departamento de psicología: Los estudiantes hacen una mancha en el examen, y el profesor pone la nota de acuerdo con lo primero que le sugiere dicha mancha.
Una psicóloga industrial, directora de recursos humanos (antiguamente llamada « jefe de personal ») muere y se presenta a las puertas del cielo. San Pedro la recibe con estas palabras:
-“Bienvenida al Más Allá. Contrariamente a lo que la gente cree en la Tierra, el hecho de ir al cielo o al infierno no depende en absoluto de su vida pasada, sino de la decisión que cada uno toma libremente llegado el momento; y el momento ha llegado para Ud. Pero la libertad de escoger, que Dios siempre ha querido respetar, supone poder hacerlo con conocimiento de causa. Así es que, antes que nada, va Ud. a realizar un “stage” de 24 horas en el infierno, un “stage” de 24 horas en el cielo, y luego elegirá donde quiere pasar Ud. el resto de la eternidad. Gabriel, acompaña a la señora a las puertas del infierno”.
Al llegar al infierno, nuestra psicóloga es recibida por Satán en persona, un individuo muy jovial, amable y simpático, radicalmente distinto a la imagen tradicional del diablo, quien le hace de Cicerone a lo largo del infierno, que resulta ser un lugar paradisíaco (válgame la expresión), con piscinas, tenis, golf, salas de espectáculos, con calles animadísimas llenas de gente simpática y elegantemente vestida, cuya conversación es agradabilísima, pasa la tarde en un salón de te discutiendo de mil temas con personas encantadoras, etc. etc. Llega luego el turno del “stage” en el cielo, donde pasa una muy agradable jornada tumbada sobre las nubes, escuchando música celestial (evidentemente), rodeada de angelitos, con Santos y Santas por todas partes que se distraen contando chistes, etc. etc. Y al final, le llama San Pedro y le pregunta qué decisión ha tomado. La psicóloga le responde:
-“Mire Ud., Don Pedro: no se lo tome mal; lo del cielo es divino (sin juego de palabras), pero creo que, a pesar de ello, y aunque le sorprenda mi decisión, prefiero el infierno”.
Se vuelve pues para el infierno y, nada más atravesar la puerta, se encuentra con un paisaje desbastado, poblado de gente mal vestida y con cara de pocos amigos que la miran con ojos amenazadores. Se dirige pues al despacho de Lucifer para pedirle explicaciones y éste, que no se parece en nada al simpático dandy del día anterior le contesta secamente:
-“Ud. es la última persona que debería extrañarse de lo ocurrido. Es algo que en su oficio Ud. conoce perfectamente: ayer fue para Ud. una “jornada de puertas abiertas” con vistas a reclutarla; hoy, en cambio, Ud. ya forma parte de la empresa...”
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